Una de las últimas clases de Seminario estuvo focalizada en el análisis de los comportamientos autoritarios y las formas de obediencia. De documental que visionamos al final sobre el experimento de Milgram se podia deducir que el seu humano puede llegar a matar por el simple hecho de obedecer a alguien que, aparentemente, demuestra estar en un plano de autoridad superior. De esta manera más del 50% de los hombres que participaron en el experimento acabarían matando a sus víctimas simplemente para no desobedecer. Hoy, navegando por la red, he vuelto a encontrarme con uno que ya conocía anteriormente (puesto que del experimento se hizo también una película con bastante éxito) y en el que se estduia el efecto de los roles sociales en la conducta humana. El conocido experimento, que se llevó a cabo en la prisión de Stanford durante el verano de 1971, se centraba en encarcelar a todos los voluntarios: unos con el rol de guardias, otros con el rol de presos. Sin embargo, el experimento se les fue pronto de las manos y se canceló la primera semana. En psicología se suele decir que el resultado del experimento apoya las teorías de la atribución situacional de la conducta en detrimento de la atribución disposicional. En otras palabras, se supone que fue la situación la que provocó la conducta de los participantes y no sus personalidades individuales. De esta forma sería compatible con los resultados del también famoso experimento de Milgram, en el que gente ordinaria cumple órdenes de administrar lo que parecen shocks eléctricos fatales a un compañero del experimentador.
lunes, 26 de enero de 2009
El experimento de Stanford
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